1990 fue un año relativamente tranquilo para Pink Floyd, ya que la banda se tomó un descanso de las giras y los principales lanzamientos de estudio. Sin embargo, los miembros individuales continuaron trabajando en varios proyectos. David Gilmour y Nick Mason, los miembros principales de Pink Floyd durante este período, se centraron en esfuerzos personales y colaboraciones musicales. A pesar de la pausa de la banda, la influencia de Pink Floyd continuó sintiéndose en todo el panorama de la música rock. Su música siguió siendo popular y "The Wall" y "The Dark Side of the Moon" siguieron vendiéndose bien. La banda también mantuvo una presencia significativa en la radio y en la cultura popular, reforzando su estatus como leyendas de la música rock.